domingo, 16 de mayo de 2010

Esta entrada es para ti


Esta entrada es para esa persona que desde que entró en mi vida siempre ha estado a mi lado. Aunque no siempre haya sido fácil.

Desde que te conozco no hay día que me falten las risas, que no recuerde el porque cada día te quiero más.

Cuando te vi por primera vez no pensé en que fuéramos amigas. No pensé ni en dejarte que me conocieras, ni me interesaba conocerte. Pero ahora no imagino nada de lo que hago sin ti. No puedo dejar de querer saber lo que te pasa en cada momento, de sentir que eres feliz.

Gracias por querer conocerme y por dejarme entrar en tu vida.

Me apoyas, me cuidas, me quieres y haces que yo me quiera. Me das eso que nunca nadie me había regalado, la felicidad en esas diminutas cosas del día a día.

Hay veces que no sé como puedo ayudarte, como puedo quitarte esas lágrimas y ponerte sonrisas. No sé como decirte que la vida es para sonreir. Que es corta y nosotras jovenes para disfrutarla.

Sé que no has llevado un camino fácil, pero por eso mismo ahora ya queda un poquito menos para el definitivo.

Eres una persona diferente. Eres guapa, inteligente, risueña, simpática, aventurera (de vez en cuando), tienes un don con esos seres dominutos… Eres jodidamente especial ANY y quien no lo vea, es porque no se ha dignado a conocerte.

El tiempo pasa, y sé que eso te da miedo, yo no puedo detenerlo y traerte lo que buscas, pero si que puedo buscarlo contigo. Aunque creo que nos encontrará a las dos.

Hay cosas que no son para siempre, pero sé que nuestra amistad si.


jueves, 6 de mayo de 2010

me han robado el corazón

19 días después

A unas horas de finalizar mis prácticas, cumpliendo así mis 20 días de duración de éstas.

Me he dado cuenta de que los niños roban.

Te roban sonrisas, te roban risas, te roban caras alegres, y te roban el corazón.

Te cambian cosas, te hacen trueques sin darte cuenta.

Ellos aspiran tus enfados y los convierten en alegrías e inevitables sonrisas.

Una vez más me he acabado enamorando de esos niños del aula, esta vez, del “aula de las mariposas”.

Desde el más pequeño que con añito, me tomó desde el primer día como figura de apego, haciéndome sentir como una verdadera mamá. Hasta el mayor con 6 que ha intentado ser mi “complice” como responsable de los más pequeños.

Todos y cada uno de ellos me ha dado lo mejor de sí y a pesar de que la comunicación no ha sido tan fluida como deseábamos, hemos logrado hablar sin palabras.

Hemos logrado entendernos mediante caras y gestos, mediante sonidos que no significaban nada, para los demás, pero que eran nuestro abecedario.

Las entradas a clase y las salidas de ésta eran el mejor momento del día. Tanto al verme entrar como salir, 15 niños corrían hacia mí con un montón de besos y abrazos en las manos.

Esos momentos son los que me recuerdan el porque decidí empezar algo que está a punto de terminar.

Me han permitido ser uno más de ellos. Días en el bosque cual Spiderman me sentía, tirándome y rodando por el suelo, ante la mirada atónita de mis tres profesoras, con los ojos bien abiertos y una sonrisa en la cara.

He vuelto a creer que los “legos” son pistolas. Me he convertido en policía, doctora y hasta maestra. Era curioso jugar a creerte lo que serás, en un futuro muy cercano.

Grandes momentos cuando llevaba de la mano a 3, 4 o incluso 5 de los niños y empezábamos a correr, a girarnos, a bailar, a saltar, todo ello, mientras íbamos caminando. Además añadíamos una misión al juego, ésta era hacerlo en silencio, y sin que las profesoras suecas se dieran cuenta, ya que su respuesta habitual era girarse, mirarme, mirar a los niños y pronunciar: “shhhhh, what are do you doing?” La respuesta era fácil, sencilla y rápida. Pero nunca la pronuncié, no lo veía necesario, yo sabía el objetivo de ese juego, para qué compartirlo con alguien a quién no le interesa? Mi resultado era mirar a los pequeños y sonreírles. Ellos me devolvían la sonrisa y así era como comprendía, que hay veces, en las que tienes que saltarte las normas para ser realmente la profesora que llevas dentro. Esa que la gente se empeña en ocultar y echar kilos y kilos de seriedad, aburrimiento y monotonía encima de ella.

Experiencia, confirmación, entusiasmo, aprendizaje, carcajadas, juegos, risas, besos, abrazos, fotos, dibujos, miradas, razones, justificaciones a muchos por qué y ganas de ejercer como maestra, como la mejor maestra del mundo.

Esto es sólo un esquema de lo que me llevo de las prácticas.